Una pesetica para la «Cara de Dios» de Baza

La Cara de Dios de Baza

Diariamente paso por calles del centro histórico de Baza, como es el caso de la Calle Mesto. Tengo un recuerdo recurrente cada vez que paso por este punto en concreto, frente a la iglesia de San Juan, y hoy he decidido contárselo a mis hijos/as:

Mis abuelos vivían junto a la Cava Alta, en el Callejón de Angulo, donde conviví con ellos mucho tiempo, creciendo al amparo de la Alcazaba. Cada día bajaba con mi abuela Antonia a la plaza de abastos, en la calle Zapatería, pasando delante de «la Cara de Dios». En esta parte de la casa que hace esquina entre las calles Mesto y Boliche, tras la reja, la hojas de la ventana abiertas mostraban un pequeño santuario con distintos elementos de la imaginería religiosa como velas, flores, crucifijos… y ocupando la parte central un cuadro con «la cara de Dios». En el alféizar de la ventana había una pequeña rendija donde la gente depositaba monedas, supongo que para el mantenimiento de la imagen. Mi abuela le tenía mucha fe, de modo que cuando pasábamos me daba «una pesetica» para que se la echara en aquella hendidura, aunque en fechas señaladas, como el Viernes Santo o el día de la Virgen de la Piedad, me daba «un duro» para tal menester.
Mi abuela decía que aquella imagen de Dios velaba por nosotros, pero yo no lo comprendía del todo, hasta que un día a mi abuelo le dio un infarto, la primera vez que tenía un susto grave de salud. Montada en la ambulancia que los bajaría a ambos hasta el hospital, mi abuela me dio 10 duros para que se los echara a la imagen. «Nos tiene que ayudar a salir de esta», me dijo. A los pocos días mi abuelo estaba de vuelta en su casa, ya superada la crisis cardiaca. Ni que decir tiene que mi abuela siempre agradeció la intervención que la «Cara de Dios» había tenido. Y yo que soy de los de «A Dios rogando y con el mazo dando», recuerdo a mis abuelos con una sonrisa en mi cara, y pienso que cuando uno está en un momento crítico de salud en manos de la medicina, cualquier ayuda es bienvenida, incluso la «divina».